
En el telegrama, el Papa da “gloria a Dios por los frutos humanos y espirituales maduros que brotaron de la acción del Espíritu Santo a través de la institución del diaconado permanente, iniciativa providente que nació del corazón de los padres conciliares”.
Ciudad del Vaticano
El Francisco envió un telegrama al obispo de Vicenza, Italia, Monseñor Beniamino Pizziol, el 50 aniversario de la ordenación de los primeros siete diáconos permanentes de la Congregación de la Sociedad San Cayetano .
La ordenación ocurrió, el 22 de enero de 1969, en la catedral de Vicenza.
Domingo (20/01), se llevó a cabo la reunión “Diaconado producir frutos de una nueva Iglesia,” congregación religiosa misionera del Instituto de derecho pontificio, f undada por el Venerable Siervo de Dios P. Ottorino Zanon en 1941.
En el telegrama, firmado por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, el Papa da “gloria a Dios por los frutos humanos y espirituales madurados que brotaron de la acción del Espíritu Santo a través de la institución del diaconado permanente, iniciativa providente que nació del corazón de los padres conciliares “Y floreció en Vicenza por la” acción apostólica y espiritual profética “del P. Zanon.
Una ocasión de “promoción humana y espiritual“, así como “de evangelización de los huérfanos y adolescentes necesitados, para el desarrollo de personalidades maduras y dedicadas al servicio a Dios ya los hermanos“, concluye el Papa en el telegrama.
Profética acción apostólica
Expresando “verdadera satisfacción” por esta “feliz circunstancia con la cual se glorifica a Dios por los maduros frutos humanos y espirituales nacidos por la acción del Espíritu Santo mediante la institución del diaconato permanente, próvida iniciativa nacida del corazón de los padres conciliares”, el Santo Padre recuerda que la iniciativa “floreció en Vicenza por la profética acción apostólica y espiritual del venerable Don Ottorino Zanon, que supo aprovechar esta iniciativa como ocasión de promoción humana y espiritual y de evangelización de los huérfanos y de los jóvenes más necesitados, para el desarrollo de personalidades maduras y dedicadas al servicio de Dios y de los hermanos”.
Con la intercesión de la Virgen María del Monte Berico
Mientras invoca “continuos y abundantes dones celestes para un fecundo camino eclesial”, el Papa envía a mons. Pizziol y a la “congregación entera” su bendición apostólica, “extendiéndola a todos los presentes en la celebración eucarística”.
Fuente: Vatican News / O.Revette 25.01.2019
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